2º PREMIO "SOLIDARIDAD EN LETRAS"

Córdoba 1-Diciembre
Granada -26 de Noviembre
El día 26 de Noviembre, el alumno de 6º A, Emilio Guijarro, recibió el 2º premio de narración a nivel provincial "Solidaridad en Letras".
Este acto tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Granada.

Posteriormente, el 1 de Diciembre, ha leído su narración en la Delegación del Gobierno de Córdoba, junto al resto de premiados.
Desde aquí nuestra FELICITACIÓN.

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Diario CÓRDOBA 2 -XII-2010
EN EL PALACIO DE CONGRESOS DE GRANADA (26-XI-2010):


NARRACIÓN:
Blas el solidario


Blas era un niño muy travieso, apenas tenía 10 años y era muy egoísta; siempre destacaba negativamente entre sus compañeros. Vivía con sus hermanos en un pequeñito pueblo retirado de la ciudad. Cuando su madre le daba las chucherías para repartirlas el día de su cumpleaños, las escondía para comérselas él sólo, y después su madre le preguntaba si las había repartido y le mentía diciéndole que sí. A los mayores del barrio, cuando estaban sentados en los bancos del parque, iba por detrás y les escondía el bastón. Esto sólo lo hacía para reírse un rato. En su casa eran tres hermanos. Él era el mayor de todos ellos y, cuando su madre lo dejaba al cuidado de ellos, siempre los engañaba comiéndose él la comida más sabrosa y dejando a su hermanos pequeños llorisqueando. Blas era un chico muy rápido. Cuando volvía con sus compañeros del colegio, irritaba a los perros tirándoles piedras; así, cuando el perro se lanzaba a por ellos, él, cómo era el que más corría, ponía a sus compañeros en peligro; pero a Blas no le importaba, ya que se reía de ellos.

Un sábado nublado, después de una mañana tormentosa, decidió dar una vuelta en su bici por su pueblecito. Como no tenía amigos iba sólo, entonces haciendo travesuras decidió meterse por un charco que dejó la tormenta. Iba tan rápido que cuando pisó el charco, que era un hoyo muy grande, se le atrancó la rueda delantera, dio una vuelta en el aire y se quedó tendido en el suelo durante unos minutos. Uno de los viejecitos del parque, que estaba asomado a la ventana de su casa, vio cómo caía. Este viejecito reconoció a Blas con sólo mirarlo, pues todos los días corría detrás de él para recuperar su bastón. Enseguida el hombre corrió a ayudarle. Como veía que no podía mover la pierna llamó a una ambulancia que lo llevo al hospital más cercano. Después de hacerle numerosas pruebas y radiografías vieron que tenía la pierna derecha rota.

Sus compañeros siempre estaban dándole ánimos, a pesar de todas las gamberradas que les hacía Blas demostraron ser verdaderos amigos. Sus amigos fueron a visitarlo al hospital y le llevaron galletas que compraron con todos sus ahorros, demostrándole, una vez más, lo que es la amistad y la solidaridad. El viejecito del parque también fue a visitarlo al hospital, para darle ánimos le dijo:

¡Ánimo!, pronto estaremos corriendo otra vez en el parque.

Sus hermanitos cuando se enteraron de la tragedia de su hermano mayor, decidieron comprarle su juguete favorito, que era su comida favorita. El pobre niño emocionado les dio las gracias a todos. Cuando Blas se quedó sólo en el silencio de la noche pensó lo afortunado que era al tener tantas personas que le querían a su alrededor. Se quedó dormido y tuvo pesadillas. Blas soñó que estaba tumbado solo en el suelo mojado de la calle y que nadie lo socorría y que sus amigos pasaban y se reían diciéndole:

- ¡Corre ahora, que viene el perro!

Por ser tan egoísta y travieso, todos le daban de lado. Cuando se despertó se dio cuenta de que sólo era una pesadilla y reflexionó sobre las cosas malas que había hecho, tanto, que se prometió para sí mismo ser la persona más solidaria del mundo.

Cuando salió del hospital nadie reconocía la actitud de Blas. Es como si hubiese dado un giro a su vida, es decir había empezado desde cero. Desde ahora va todos los días al colegio con una sonrisa y saludando a todos los vecinos. De mayor decía que quería formar parte de una O.N.G. Y con mucho esfuerzo lo consiguió con ayuda de sus seres más queridos que tiempos atrás no los apreciaba nada. Cuando se hizo viejecito jugaba a la petanca, jugaba muy bien y el dinero que recaudaba de los premios los donaba a las O.N.G.